jueves, 2 de octubre de 2014

Tarea de historia y filosofía - estudiantes 3er semestre que no viajan.

Indicaciones: entregar los siguientes textos transcritos (no se aceptarán impresos) en hojas sueltas y recicladas (o por ambos lados), para el lunes 6 de octubre.


Movimiento Muralista Mexicano

El Muralismo Mexicano es uno de los géneros artísticos más distintivos de América Latina. Tiene su origen en la Revolución mexicana de 1910, paralelamente al movimiento de transformación en México. Sin embargo, no es hasta 1921 cuando inicia formalmente el Movimiento Muralista Mexicano, año en que José Vasconcelos, uno de los principales intelectuales mexicanos, asumió funciones como Secretario de Educación Pública bajo el Gobierno del Presidente Álvaro Obregón, quien comisionó a distintos artistas a pintar una serie de murales en las paredes de la Secretaría Nacional y la Escuela Nacional Preparatoria. A partir de ese momento, la Escuela Muralista Mexicana comienza adquirir prestigio internacional no sólo por ser una corriente artística, sino por ser un movimiento social y político de resistencia e identidad, con imágenes a través de la diversidad de sus componentes estilísticos que retratan temas como la revolución, la lucha de las clases y al hombre indígena. Entre sus miembros, destacan David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo:

David Alfaro Siqueiros (1896–1974).-Originario de Chihuahua, con solidas convicciones políticas a favor del arte público y monumental. Sus pinturas murales exaltan la vida del pueblo con influencias surrealistas y expresionistas al servicio de un exaltado combate político que lo define. Entre ellas se destaca “La Marcha de la Humanidad” del Poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, que representa una gran metáfora sobre las luchas del hombre y la mujer a través de la historia; la búsqueda de una mejor sociedad para todos.

José Clemente Orozco (1883–1949).-Célebre muralista originario de Jalisco con formación como pintor autodidacta. Comienza su carrera a través del dibujo y la caricatura de tema social. Desde 1922 participa en México con Siqueiros y Rivera en los comienzos del movimiento muralista. Se traslada a vivir a EU en 1927 donde pinta importantes murales en diversas instituciones. Regresa en 1934 para seguir su movimiento con murales sobre temas mexicanos, pero sin el fuerte componente político de Rivera y Siqueiros. Uno de los más representativos es “Hombre de fuego”.


Diego Rivera (1886–1957).-Originario de Guanajuato, considerado una de las figuras claves de la plástica mexicana del siglo XX. De 1896 a 1902 estudió en la academia de San Carlos y trabajando en su taller tiene influencia de José Guadalupe Posada. Estudió pintura en Europa a partir de 1907 y regresó a México en 1921 para integrarse con un estilo de formas planas, simplificadas y decorativas en el movimiento muralista que narra la historia social y política de México. Entre sus murales
importantes se encuentran los del Palacio de las Cortes de Cuernavaca, los de Bellas Artes en la Ciudad de México, en Detroit Institute of Arts o el del Rockefeller Center de Nueva York, que es destruido antes de que lo acabe por tener un retrato de Lenin.


Rufino Tamayo (1899 – 1991).-Originario de Oaxaca. Estudia en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Ciudad de México entre 1910 y 1919. Practica una temática alejada del sentido social y político de sus compañeros. Se interesa en trasmitir emociones a través del color y la forma, creando figuras de apariencia monumental sobre fondos de color opaco que ofrecen una especial profundidad. Algunos de sus murales más relevantes, son “Dualidad”, en el Museo Nacional de Antropología y “El nacimiento de la nacionalidad” en Bellas Artes.


 FILOSOFÍA

Cuando hablamos de conocer, hay dos fuentes: la razón y los sentidos, todos los filósofos anteriores a Platón coinciden en privilegiar el conocimiento racional sobre el de los sentidos. Todos reconocen que el origen del conocimiento verdadero se encuentra en la razón. A partir de esto Platón construyó una teoría: La teoría de las Ideas.

Platón y la teoría de las ideas

Platón distingue entre dos fuentes de conocimiento: los sentidos y la razón.
Los sentidos se corresponden con el mundo real, un mundo donde todo está sujeto al cambio, y nosotros podemos percibir este mundo y su continuo cambio a través de los órganos sensoriales, es el mundo físico. Por otro lado la razón correspondería al mundo ideal, el mundo de las ideas, donde se encuentra la idea perfecta, inmóvil e inmutable de todo lo que hay en el mundo real. La idea de amor, la idea de justicia, la idea de amistad, la idea de mesa, todas estas ideas son perfectas: la mesa perfecta, la justicia perfecta. Solo podemos llegar a estas ideas perfectas a través de nuestra mente. Lo que hay en el mundo real sería una copia imperfecta de lo que encontramos en el mundo ideal.
Según Platón y su teoría de la anamnesis, nuestra alma habitaba en el mundo ideal conviviendo con todas las ideas perfectas e inmutables. Cuando nacemos nuestra alma cae al mundo y se encarcela en el cuerpo, el cuerpo sería la cárcel del alma. En esta caída nuestra alma olvidaría todo lo conocido en el mundo ideal, y mientras vamos conociendo el mundo real, todo nos recuerda a lo que ya hemos vivido anteriormente en el mundo ideal. Cuando vemos las cosas en el mundo sensible lo re-conocemos.Pero para poder volver a saber cual es la idea perfecta de cualquier cosa que podamos encontrar en el mundo real tenemos que hacer un ejercicio intelectual que se llama mayéutica socrática (ya que el inagurador fue Sócrates y luego Platón lo sigue utilizando). Se trata de reconocer nuestra ignorancia y una vez hemos asumido que no sabemos, podemos empezar a aprender, buscando dentro de nosotros la respuesta y llegando hasta la idea perfecta. Si todo el mundo hiciera esto sabrían cual es la idea de bien, la idea de justicia… y todos se comportarían bien y justamente. Si alguien no se comporta así es porque es un ignorante y desconoce lo que es el bien o la justicia. Ya que si lo supiera no se comportaría mal.
Por último decir que para Platón las matemáticas estarían a medio camino entre el mundo real y el ideal, ya que son realidades mentales,  cada uno las representa de una manera pero todos en nuestro interior sabemos lo que son.











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