miércoles, 2 de febrero de 2011

Tarea de historia - para alumno Fernando Alonso

(Anota este texto en tu libreta, después del último apunte)

EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN VS GALILEO GALILEI

El 24 de febrero de 1616, una comisión del Santo Oficio descalifica la afirmación de que el Sol sea el centro del mundo y esté quieto y que la Tierra no sea el centro del mundo y se mueva. El 5 de marzo de 1616 la Congregación del Santo Oficio declara acerca de la "falsa doctrina pitagórica" contraria a la Sagrada Escritura, a saber, que la tierra se mueve y que el Sol está quieto, enseñada por Nicolás Copérnico: que el libro De Revolutionibus, en que se expone, ha de considerarse suspendido de publicación -puesto en el Índice de libros prohibidos- mientras no se corrija; así como se prohíbe, condena y suspende todo libro o doctrina que hable en idéntico sentido. El Papa ordena al cardenal Bellarmino que advierta a Galileo que abandone sus puntos de vista copernicanos (26 de febrero de 1616). Galileo se compromete bajo juramento a guardar silencio.

Pero, en 1624, Galileo, que nunca da una batalla por perdida, empieza a trabajar en lo que será su defensa más paladina del sistema copernicano. Comenzó a escribir un libro que quiso titular Diálogo sobre las mareas, en el que abordaba las hipótesis de Ptolomeo y Copérnico respecto a este fenómeno. En 1630, el libro obtuvo la licencia de los censores de la Iglesia católica de Roma, pero le cambiaron el título por Diálogo sobre los sistemas máximos, y fue publicado en Florencia en 1632. De sus tres personajes, Simplicio y Salviati, defienden, respectivamente, el sistema aristotélico y el copernicano, mientras que Sagredo, es la persona de buen juicio que media entre uno y otro. El libro está escrito en italiano porque se dirige al público culto en general y trata de atraer al lector a la teoría heliocéntrica, que presenta como más correcta. Simplicio es el personaje tradicional y aristotélico que aduce razones propuestas por filósofos de la época y hasta expone un argumento utilizado por el propio Urbano VIII.

Inmediatamente Galileo fue llamado a Roma por la Inquisición a fin de procesarle bajo la acusación de "sospecha grave de herejía". Este cargo se basaba en un informe según el cual se le había prohibido en 1616 hablar o escribir sobre el sistema de Copérnico. Galileo presentó a favor del sistema copernicano, que enfrenta al ptolemaico, su argumentación ex suppositione, esto es, como si se tratara de una simple hipótesis matemática de los movimientos planetarios, pero probablemente tal planteamiento hipotético pareció a las autoridades eclesiásticas un mero artificio de disimulación de una verdadera defensa del copernicanismo. Por el incumplimiento de su juramento y, en menor medida, porque en verdad el Papa Urbano VIII se sintiera caricaturizado por Galileo al poner éste en boca de Simplicio una opinión suya, Galileo es juzgado y condenado; el castigo implica la abjuración de la teoría heliocéntrica, la prohibición del Diálogo, la privación de libertad a juicio de la Inquisición (que es conmutada por arresto domiciliario) y algunas penitencias de tipo religioso.

La tradición ha inventado que, al levantarse Galileo tras permanecer arrodillado para la abjuración, golpeó con fuerza el suelo con el pie exclamando: eppur si muove! ("sin embargo, se mueve").

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