viernes, 15 de octubre de 2010

Tarea de FILOSOFIA - a revisar el martes 19

INDICACIONES: DE ACUERDO AL RELATO SOBRE "EL EROS IDEAL" DE PLATÓN (ACERCA DEL AMOR PLATÓNICO), LEE LOS SIGUIENTES RELATOS Y CONTESTA LAS PREGUNTAS.



"ALGUIEN QUE LO COMPRENDA"

Un niño entró en una tienda de mascotas con tres monedas en la mano para comprar un cachorro de esos que se anunciaban en venta en el escaparate de la tienda.

Lo recibió el tendero: "Buenos días. ¿Qué se te ofrece?".
El niño le dijo: "En el escaparate hay un letrero anunciando que venden cachorros y yo quiero comprar uno. ¿Cuánto cuestan?".

"Cuesta quinientos pesos el que te gusté".

"¡Uy! Traigo sólo esto", y le enseñó las tres monedas. "¿Puedo verlos?", le preguntó el niño.
"Claro que sí", contestó el tendero con una sonrisa.

Entró a verlos y se encontró con una perrita con cinco cachorros. El último cachorro cojeaba.
"¿Qué le pasa a ese cachorro?", preguntó el niño.
"Nació con un defecto en las patas traseras. Ese perrito no puede correr, ni saltar".
"Ése es el que quiero", dijo el niño entusiasmado.
"No querrás ese perro, no podrá correr ni jugar contigo. Llévate mejor otro que está muy bien", dijo el tendero.
"No, yo quiero ése".
"¿Por qué?", preguntó el tendero.

El niño se levantó el pantalón y le mostró su pierna derecha que estaba deforme y maltrecha desde nacimiento, y le dijo: "Yo tampoco puedo correr bien, ni saltar, y ese perrito necesita alguien que le comprenda."

El tendero se quedó conmovido y enseguida le dijo: Bueno, pues entonces te lo vendo por las tres monedas que traes".
"No, de ninguna manera. El hecho de haber nacido así no lo hace menos valioso. Yo le pagaré el mismo precio que pide por los demás, hasta el último centavo".

El tendero, aún más conmovido, le dijo: "Ojalá los demás cachorritos tengan un dueño como tú, que los quiera y los comprenda así".

- Anota una moraleja y relacionala con el relato acerca del Eros Ideal.



"EL VERDADERO AMOR"

Un maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

“Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los semáforos, la llevó hasta el hospital.

Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella.

Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió: “Llévenme al cementerio”. “Papá -respondimos-, ¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!”
Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: “No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años”.

Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, y con una linterna llegamos a la lápida.

Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: “Fueron 55 buenos años ..saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así”.

Hizo una pausa y se limpió la cara. “Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, la pérdida de mi empleo”, continuó, “.. hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad; salimos adelante; compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores…

Hijos, ahora se ha ido y estoy contento,¿saben por que?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, y de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera…”

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teniamos el rostro empapado de lagrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: “Todo está bien hijos,podemos irnos a casa; ha sido un buen día”.

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo,no tiene que ver demasiado con el erotismo, mas bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle, ese tipo de amor era algo que no conocían.

- Anota en tu libreta una reflexión profunda acerca de este relato y relaciónala con el Eros Ideal.

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