sábado, 6 de marzo de 2010

Organización de exposiciones 2o parcial - Filosofía 4o semestre

Martes 9 de marzo
Equipo 1: Luis Eduardo Hdez, Rodrigo Burgos, Aldret Sánchez, Eduardo del Castillo.
Tema: Filosofía renacentista, Nicolás de Cusa (1401-1464)
Afirmó que la unidad (la mónada) no sería un número sino el origen de todo número, entonces no hay número máximo ni mínimo ya que siempre es posible un número mayor o menor. La unidad es el máximo y el mínimo número, sin ser número, y en ella coincide y se reconcilia lo aparentemente contradictorio. En el mundo de las cosas, encontramos contrarios, es pues, el reino de la multiplicidad, no de la unidad, y en él se encuentra lo grande y lo pequeño, el ser y el no ser. Todo puese ser medido según el más y el menos: el reino del número.

Giordano Bruno (1548-1600)
Bruno llevará el heliocentrismo de Nicolás Copérnico hasta sus más severas consecuencias al decir que todo el sistema aristotélico era falso, entonces, la bóveda celeste estalla en miles de fragmentos... el universo es infinito y en él hay infinitos mundos. Se produce una ruptura respecto a la concepción griega en la cual lo perfecto es finito y limitado. Por otra parte "universo" y "mundo" dejan de ser sinónimos para incluirse uno en el otro. Se hace imposible determinar así cuál es el centro del universo, más difícil aún es afirmar su circunferencia. Ya no hay esferas transparentes: los astros vagan libremente por el espacio y también desaparecen las regiones celestes porque todos los astros se componen de los mismos elementos.

Equipo 2: Adriana Romero, Saída Barrera, José D. Muñoz.

Tomás Campanella (1568--1639)
Se acercó más a la magia y al animismo. Su teoría del conocimiento afirma que todo conocimiento deriva de la sensibilidad y a ella se reduce. Entonces, el conocimiento sensorial proporciona certeza absoluta y por lo tanto no requiere pruebas de ninguna clase. El escepticismo no tiene sentido porque hay una facultad innata en el alma que nos asegura principios indudables, el primero de los cuales es que existimos, pensamos, queremos y podemos. Este conocimiento de sí mismos está presupuesto en cualquier conocimiento de las cosas exteriores. Nos conocemos, ante todo, a nosotros mismos, y solo conocemos las cosas exteriores en cuanto nos conocemos modificados o impresionados por ellas.

Francis Bacon (1561-1626)
En su utopia La Nueva Atlántida, Bacon aspira a una reforma de la sociedad a través de la ciencia aplicada, para lo cual, será necesario, en primer lugar, iniciar una revisión de los objetivos y los métodos científicos. Afirmó que solo es posible dominar la naturaleza conociendo su estructura y sus leyes, pues la técnica no es posible sin un conocimiento previo de la realidad a través de la ciencia. De otra forma, los inventos no son mas que casualidades. Así, los descubrimientos científicos y sus aplicaciones son más útiles en cuanto abren las puertas para nuevos hallazgos.


Miércoles 10 de marzo

Equipo 3: Fernanda Rosales, Valería González, Sofía Ramírez, Miriam Quiterio, Marugenia Rivera y Mariana Vargas.

Tema: La filosofía moderna
Renato Descartes 1a parte: La Duda Metódica

Descartes parte de la duda y emprendió el camino de la duda porque lo considera el camino más seguro de encontrar algo absolutamente seguro si es que lo hay.

El método cartesiano consiste inicialmente en emplear la duda para ver si hay algo capaz de resistirla, de modo tal que algo sea absolutamente cierto. La duda es pues, metódica, porque se la emplea como instrumento para llegar a la verdad y no al modo de los escépticos, esto es, para quedarse en ella.

En segundo lugar, la duda es universal porque se aplicará a todo sin excepción y nada deberá excluirse de ella. Y finalmente es hiperbólica porque será llevada hasta su último y exagerado extremo.

Las ilusiones de los sentidos

Los sentidos a menudo nos conducen a error, y es prudente no confiar en aquellos que alguna vez nos han engañado. Efectivamente, si alguien falta a su palabra alguna vez, sería necio confiarse de su promesa en el futuro: la única actitud prudente es desconfiar de su palabra. Del mismo modo, si nuestros sentidos nos han demostrado tantas veces que no son fiables, ¿por qué habríamos de creer en la información que ellos nos suministran?

En consecuencia, las "cosas sensibles" son dudosas, por lo que no podemos saber si los sentidos nos engañan o no. Al menos, es posible afirmar que no es seguro que no nos engañen por lo tanto, según el plan de la "duda metódica" de dar por falso todo lo dudoso, el saber de los sentidos debe ser rechazado.

Los sueños

Si bien los sentidos pueden engañarnos frecuentemente hay muchas cosas de las que no sería razonable dudar tal como escribió Descartes en su obra Meditaciones Metafísicas: "por ejemplo, no puedo dudar que estoy aquí, sentado junto al fuego, vestido con una bata, teniendo un pastel en las manos, y otras cosas por el estilo"

Dudar de este tipo cosas, sería algo cercano a la locura, por lo tanto se descarta. Pero luego agrega que en sueños alguna vez, ha imaginado situaciones que parecen tan reales como la realidad misma sin que hubiera indicio alguno para discernir entre el sueño y la vigilia. Para Descartes, este punto resulta decisivo para concluir respecto a que todo conocimiento sensible debe considerarse dudoso.

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