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LOS ÚLTIMOS GOBIERNOS JUARISTAS Y EL INICIO DEL PORFIRIATO (1867-1876)
Una vez restaurada la República en ciudad de México, el presidente Benito Júarez publicó un manifiesto sobre la restitución de los derechos nacionales y convocó a elecciones, triunfando él mismo. Se hicieron reformas a la Constitución y el ex-presidente Santa Anna intento ridiculamente volver a gobernar el país, fracasando y siendo condenado al exilio.
En Zacatecas y Guadalajara hubo rebeliones militares, pero el gral. Sóstenes Rocha derrotó a los rebeldes.
Convocadas al final del periodo nuevas elecciones, compitió otra vez Juárez contra Porfirio Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada, triunfando el primero y quedando Lerdo como presidente de la Suprema Corte. El gral. Porfirio Díaz se levantó en armas con el plan de la Noria donde no aceptaba la reelección de Juárez ni de ningún otro ex-presidente. En algunos estados del norte, centro y sur del país hubo apoyo a Díaz, pero en 4 meses los rebeldes fueron vencidos.
Benito Juárez falleció en julio de 1872 por enfermedad, siendo ocupado su puesto por Lerdo de Tejada de forma interina. Éste convocó a elecciones, resultando ganador el mismo. Incorporó las Leyes de Reforma a la Constitución y se opuso a las concesiones ferroviarias cuyas líneas fueran hacia el norte.
Se estableció la Cámara de Senadores (1874). Lerdo pretendió reelegirse de nuevo y contra esto se levantó en armas el gral. Porfirio Díaz con el plan de Tuxtepec. Realizadas las elecciones, Lerdo fue declarado presidente, pero la elección fue desconocida por el presidente de la Suprema Corte, Iglesias, declarándola fraudulenta.
El país se dividió en lerdistas, porfiristas e iglesistas, siendo el tercer partido el que proclamó a Iglesias como presidente interino. Sin embargo, Porfirio Díaz logró obtener apoyo militar y triunfó en la batalla de Tecoac, asumiendo la presidencia de México. Tanto Lerdo de Tejada como Iglesias, huyeron.
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